Escucho continuamente ejecutivos y líderes que se frustran y se quejan por sus jefes autoritarios, sus colaboradores poco comprometidos o incompetentes, por sus colegas no colaborativos, por clientes exigentes, por proveedores ventajosos, pero que no toman acciones para corregir la situación, incluso permanecen por más de 10 años en organizaciones donde no son felices, no les gusta su trabajo, ni el ambiente, ni el salario pero consideran que no tienen más opciones, incluso llego a escuchar respuestas como “afuera es difícil conseguir trabajo” “no puedo irme porque me necesitan”. Si bien la pandemia remeció como temblor los cimientos de esta situación, haciendo que más del 50% de las personas reflexionara y se diera cuenta que estaban en un lugar, puesto u organización que no les satisface y el 30% ha tomado acciones para buscar un nuevo empleo o independizarse, aún encontramos a muchos ejecutivos y líderes que consideran que no tienen de otra más que seguir ahí, así, sin opciones y quedarse es también una decisión de la que no muchos son conscientes.